miércoles, 22 de enero de 2014

Incorpóreo




Se le escapó la solidez sin darse cuenta. No era plenamente consciente de que ya no era un ser material. No lo había experimentado de una forma dolorosa, fue suavemente, e indoloro, por eso no sabía si quería asumir su nueva condición recién descubierta.

El tan sólo quería detenerse durante un tiempo, para luego regresar al mundo físico, por lo que dejó volar su consciencia, abrazando y fundiéndose con lo etéreo sin pensar. Recorriendo el mundo como un fantasma, si no fuese porque aún no había muerto, estaba vivo, pero era un ser vaporoso, en el que las ajetreadas gentes apenas reparaban, ocupadas en sus propios asuntos.

No sabía porque le estaba sucediendo eso, quizá de tanto divagar y volar mentalmente, se volvió intangible, era un espectro a todos los efectos, su intangibilidad era un reflejo de la corriente por la que fluía su mente. Siempre había sentido que era ligeramente diferente a los demás, si no en apariencia, sí en pensamiento, y ahora, por imposible que pareciera, había sucedido, al parecer. Dudaba si abordar a cualquiera de las personas que transitaban por la calle, para pedirle si era capaz de tocarle, para convencerse definitivamente de si era una persona con entidad física como las demás, o si como sospechaba era un ser incorpóreo. Varias veces había estado a punto de hacerlo, pero se había arrepentido en el último momento. Pero aún le aguijoneaba la duda. La duda sobre si habría dejado atrás la existencia física, y se había convertido en pensamiento puro, en una forma de vida inmaterial?

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