Quizá sea muy testarudo, y quiera demasiadas cosas, aunque tal y como yo lo veo, no me parece que pida demasiado, porque no pido vastas riquezas materiales ni el poder absoluto, pues tan solo quiero que nada te turbe, que nada sea capaz de romper la plácida calma de tu espíritu, calmar todo el dolor y apagar el sufrimiento que pueda sobrevenirte, pues solo quiero que siempre se dibuje en tu rostro tu bella sonrisa, fiel reflejo de tu limpia alma, que tu cuerpo sea recorrido ininterrumpidamente por rayos de felicidad. Quiero escuchar por siempre el dulce sonido de tu voz, y de tu risa, banda sonora de lo más hermoso de esta vida.
Puestos a pedir, quiero también, poder hacer uso de la llave de tu corazón, ese corazón que, bajo tu ropa, no logra ocultar su refulgente luz, que, añadido a tu encanto natural, logra conquistar a la más pétrea de las personas.
Y con todo eso que quiero, yo quiero formar parte activa de todo ello. Espero no estar pidiendo demasiado.
Ala!!! Que bonito!!! Es precioso lo que pides, y querer la felicidad de otra persona es tan noble y de un corazón inmenso y ser tan maravillosa y bella persona que ante esta descripción imposible equivocarse y saber que se habla de Javier, de ti. Sigue escribiendo porque creo hablar en nombre de todos NOS ENCANTAS!
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