viernes, 1 de mayo de 2015

1 de mayo




Una vez más primero de mayo, con movilizaciones y manifestaciones en todas partes, lo cual está muy bien y no debe dejar de hacerse. Pero por que sólo nos acordamos de que somos clase trabajadora los días 1 de mayo y los demás días no?

Se aprecia nítidamente un ambiente temeroso en estos tiempos de crisis. Crisis, vaya un eufemismo para definir lo que pasa, aunque es más corto que decir la catástrofe cotidiana que unos bastardos de mierda han provocado. Un nivel de ruina tal, que algunos dicen que lo mejor que le puede pasar a un español de clase obrera es que le sobrevenga una muerte súbita mientras duerme. Y es que el trabajar, el tener un puesto de trabajo ya no es como antes un sinónimo de salir adelante, ahora hay excluidos sociales con un empleo, muchas horas de jornada diaria por delante, a cambio de un salario que es poco más que una limosna, y apenas cubre, si lo hace, la cuenta de gastos que siempre crece. Agua, luz, gas, hipoteca, y comer entre otras cosas.

EL miedo es muy hijoputa y siempre intenta colarse a través de cualquier recoveco. Con una campaña electoral a las puertas, una en la que ya apenas hay promesas, ya no queda ni eso. Los partidos políticos comparten los temores de sus votantes, el miedo ha llegado hasta ellos finalmente, no hay tanto triunfalismo porque acusan los efectos de la omnipresente debacle en la que vivimos. Entre ellos también parece calar el miedo, a quedar los últimos en las encuestas, en las elecciones, al olvido...

Si, cuentan con programas detallados y bastante completos, pero también han perdido en el camino. Ahora utilizan un discurso neutro y aséptico , para no incomodar demasiado a los que tienen la sartén por el mango. Ahora predomina lo transversal, lo ciudadano, unos términos en los que pueden sentirse integrados también aquellos psicópatas que nos jodieron y nos siguen jodiendo, bancos, empresas y otros entes de mal vivir. Partidos presa de los bancos casi todos que rebajan sus expectativas por justas que sean ante el maldito " es lo que hay".

Así de cabrón es el miedo que paraliza, que a todos nos afecta, que hace que calemos y asintamos obedientes como buenos perritos adiestrados, no queremos admitir que estamos siendo masacrados en una guerra social que hace mucho que empezó, una guerra sin tiros en la que por ese miedo callamos una gran parte, otros pocos hablan y hacen lo suyo a placer y con total descaro.

Pero el mundo, como otras muchas cosas, no es eterno. Se le puede plantar cara y derrotarlo, dirigirlo contra el enemigo y recuperar la conciencia de uno mismo y del lugar al que pertenece. Se ha hecho anteriormente. Si, eso que parecen palabras prohibidas que se llama conciencia de clase. Retomar la lucha de clases no es ningún crimen ni tampoco una herejía aunque a algunos se lo parezca. Eso es el motor de la historia, como dijo el filósofo. No es ningún atraso, el verdadero atraso es recuperar la esclavitud, y vamos camino de ello. Por todo esto, que el primero de mayo no sea un evento puntual, y si el comienzo de la recuperación de todos los derechos que son nuestros, los que nos roban cada día. Derechos que no hay porque negociar, son nuestros y vamos a tomarlos.





















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