lunes, 18 de marzo de 2013

La casa de las ideas





Marvel comics, la casa de las ideas. Así es como se le conocía en tiempos. Mítica, casi legendaria editorial, cuyas creaciones forman ya parte integrante de la cultura popular, creaciones que componen una imaginería común a todo el mundo.

Esta editorial, que lleva tantos años acompañandonos, ha estado presente durante gran parte de nuestras vidas, y en algunos casos, durante toda ella, pero como muchas otras cosas, tiene su origen, un origen que nos lleva al viejo y sórdido New York, unas cuantas décadas atrás.

Todo comenzó al final de la década de los 30, en una gran explosión creativa por parte de numerosas editoriales del sector, animados por el gran éxito de Superman y Batman, de la National Periodical, ahora Dc comics.

Timely comics, editorial propiedad de Martin Goodman, se lanzó sin vacilar tras la estela del éxito de Superman, y otros héroes disfrazados, en una época, la de la gran depresión, en la que la sociedad americana, necesitaba héroes, aunque fuesen de papel. En 1939, Goodman se lanzó con la Antorcha Humana, creada por Carl Burgos, y Namor, el hombre submarino, de Bill Everett. Pronto, en 1941, le seguiría el Capitán América, de Joe Simon, y Jack Kirby. La decisión pareció haber sido un acierto, pues todas las colecciones cosecharon un gran éxito, éxito que duraría hasta el final de los años cuarenta, en los que la atención del público, y las ventas, disminuyeron notablemente, en una especie de crisis del sector del comic, quizá motivado por otro gran medio de entretenimiento, el cine. Curiosamente, los títulos que mejor resistieron esas horas bajas del comic, fueron los que más tiempo llevaban en el mercado, los que prendieron la mecha, Superman, y Batman.

En la década de los 50, en vista de el estado del mercado, Timely cambió su nombre por el de Atlas, cambiando su política editorial, y Martin Goodman, al mando de todo, y para resistir en el negocio, se limitaba a subirse al carro del éxito de la competencia, publicando comics de cualquier temática, animales, terror, detectives, bélico, policíaco, romántico, oeste, todo servía, cualquier lugar por donde calentara el sol.

La década de los 50, no fue la más brillante, ni para Atlas, ni para el sector del comic en general. Fue realmente convulsa, puesto que una vez más, los autores fueron sobresaltados por la que parecía otra gran crisis del comic, crisis demoledora que creyeron que los derribaría para siempre. La explosión llegó en 1954, en forma de un ensayo de grán éxito, escrito por el psiquiatra Frederick Wertham, titulado La seducción de los inocentes, en los que se criminalizaba el comic, relacionandolo con incitación a la delincuencia, y a las desviaciones sexuales, lo que causó un gran revuelo en todo el país, afectando seriamente a la industria, lo que originó que varias editoriales tuvieron que echar el cierre, y la editorial EC se vio seriamente tocada, pues sus mayores éxitos residían en las historias de terror, y policíacas. A la industria no le quedó otro remedio que autocensurarse, a través del Comics Code Authority, que regulaba los contenidos que editaban. El Comics Code, fue un paso inteligente, pero insuficiente, ya que Atlas se vio seriamente afectada por el escándalo, y se vio obligada en 1957 a reducir drásticamente su volumen de títulos, teniendo además que llegar a un acuerdo con la competencia, Dc Comics, para que le distribuyeran su catálogo. Así languidecería Atlas comics, durante el resto de la década de los cincuenta, mientras en Dc comics, en 1959, relanzaban e intentaban renovar el género de los superhéroes.

A principios de los años sesenta, Dc comics parecía llevarse el gato al agua del sector del comic, con sus remozados superhéroes. Martin Goodman, deseaba fervientemente ese éxito, por lo que aguijoneó a su adjunto y primo político, Stan Lee, presente desde los tiempos de Timely, a crear unos personajes e historias que le hicieran sombra a la competencia. Stan Lee estaba cansado de ese mundo, y se planteaba cambiar de profesión, de modo que sin nada que perder, decidió hacerlo, pero a su manera. En 1961 lanzó Los cuatro fantásticos, que bebía tanto de las series superheroicas, como de las historias de ciencia ficción que había caracterizado a Atlas, pero con un toque especial, dando a los personajes una humanidad y un realismo nunca antes plasmado en los comics.

Los 4 Fantásticos serían el pistoletazo de salida para otras series y personajes, como el Hombre Hormiga en el Tales to Astonish de enero de 1962, The Incredible Hulk en mayo de 1962, Spider-Man en el último número de Amazing Fantasy en agosto de 1962, Thor el número de Journey Into Mystery de agosto de 1962, Iron Man en el número de Tales of Suspense de marzo de 1963, la Avispa en el número de Tales to Astonish de junio de 1963 y el Doctor Extraño en el número de Strange Tales de junio de 1963.

El éxito de estos personajes hizo que la compañía, que ahora respondía al nombre de Marvel Comics, se lanzase a publicar dos series de superhéroes en septiembre de 1963, The Avengers y los X-Men. Un nuevo superhéroe, Daredevil, aparecería en el título homónimo en abril de 1964, mientras que personajes de los años 40 como Namor y el Capitán América protagonizarían sus propios seriales, el primero en Tales to Astonish y el segundo en Tales of Suspense, en agosto de 1965 y noviembre de 1964 respectivamente.  El último personaje de aquella etapa sería Nick Fury, un personaje que protagonizaba historietas bélicas desde 1963, pero que sería remozado a partir del número de Strange Tales de agosto de 1965, convirtiéndose en un agente secreto integrado dentro del universo ficticio de Marvel

Fue una gran explosión creativa, y de gran acogida. Antes de Marvel, la mayoría de los superhéroes fueron  gente perfecta, sin problemas graves ni duraderos. Lee presentó personajes complejos y naturales que podrían tener mal humor, arrebatos de melancolía, la vanidad, sino que discutían entre sí, preocupado por el pago de sus facturas y impresionar novias, aburrido, o incluso a veces eran físicamente enferma. Todas esas cosas fueron las que hicieron de la editorial Marvel un gran éxito que le hicieron replantearse su retirada del mundo editorial, asi como de coger las riendas de la editorial.

La Marvel de Stan Lee revolucionó más allá de los personajes e historias, era por  la manera en que sus comics dieron  un sentido de comunidad entre los lectores y autores. Lee introdujo la práctica de incluir un panel de crédito en la página de bienvenida de cada historia , nombrando no sólo el escritor y dibujante, sino también el entintador y rotulista. Habitualmente insertaba noticias sobre los miembros del personal, e incluso publicaba cartas de los fans, y sus respuestas, todo ello siempre escrito en un estilo amigable, distendido, y conversador.

Otra de las peculiaridades de Marvel, fue su propia metodología de creación de historias. El método Marvel, que en parte fue adoptado por necesidad, ya que Stan Lee guionizaba la mayoría de las colecciones, y para mantener el ritmo de trabajo y cumplir los plazos, lo que hacía era, a diferencia de las otras editoriales, que trabajaban con guiones detallados, Lee tan sólo les daba un argumento general, rellenando los huecos de la historia hasta llegar al número de páginas asignado. Tras el proceso de dibujo, Stan Lee, les escribía los títulos, y los globos de texto, además de supervisar la rotulación y el proceso de coloreado. De esta entusiasta forma, el dibujante se convertía en co-creador de la historia a publicar.

Marvel, destacó por desarrollar sus historias en entornos reales tales como New York, en contraposición a sus rivales, especialmente a la Distinguida Competencia, como llamaban a Dc comics, cuyas historías tenían lugar en escenarios ficticios, como Gotham, o Metrópolis. Además introdujo una mayor dosis de realismo, a través de las problematicas cotidianas de los personajes. La editorial, desde los tiempos de Timely, supo construir personajes creíbles, héroes que no eran automáticamente aclamados, sino que en muchos casos inspiraban suspicacias, lo que hacía más facil la conexión con el lector.

La editorial supo jugar las mejores cartas, introduciendo la continuidad en el mundo del comic, en el que cada suceso ocurrido tenía su peso, relevancia, y consecuencias, siendo siempre tenida en cuenta la trayectoria de cada personaje.

En los 60-70, aún existía en el sector ciertos miedos a que una nueva crisis del comic acabase con todo, pero Marvel lideraba el mercado, por sus nuevas formas de proceder y su visión, visión realista, que a veces tocaba temas sociales candentes como el de las drogas, que fue muy comentado en su tiempo, por saltarse la restricción del Comics Code. O visión que reflejaba los mismos autores y sus estilos, como Steve Ditko, Jim Steranko, Neal Adams, el mismo Stan Lee, y otros muchos artistas y escritores, que desde Marvel, revolucionaron el mundo del comic, haciéndolo para un público más adulto, y dignificándolo, ganándose el respeto y reconocimiento tanto del público en general, como de otras industrias artísticas, como la del cine, llevándolo a lo que es ahora, una gran institución con su propia y fantástica mitología.






1 comentario:

  1. Excelente...!!! Muy buen reseña e importante para quienes somos amantes de las historias de comics incluyéndome,hay muchos datos que desconocía,Gracias Javier interesantísimo,ME GUSTÓ :)

    ResponderEliminar