Guionitis

Como sabréis, o si no es así, os lo digo ahora, estoy asistiendo a un curso de guión de cortometrajes, y la verdad es que es realmente interesante y estimulante, tanto en contenido, como en la forma y en el ritmo de impartirlo. Un curso cuya duración se me antoja un poco breve, pues uno siempre tiende a querer más, durante más tiempo, aunque hay que asumir que estas cosas tienen una duración determinada, y nada es eterno, excepto la eternidad en sí misma.

Aunque hay un pequeño problemilla, yo soy el único, de entre todos ellos, que nunca ha tenido relación directa con el campo cinematográfico, lo que lo convierte en un lastre, pues acostumbrado al lenguaje, digamos literario, por llamarlo de algún modo, me cuesta un poco coger la chispa del lenguaje del cine, quizá un poquito más reglamentado y encorsetado. Pero bueno, el reto es bonito, de eso no tengo ninguna duda, de modo que haré el máximo esfuerzo por adaptarme a todo ello y poder desarrollar una buena labor a la hora de ponerme a escribir un guión.

A final de mes, cuando el curso finalice, y con él, el proyecto de confeccionar un guión para cortometraje, ya se verá si mi cabezota ha conseguido aprender algo de lo que nos enseñan, y si he sido capaz de redactar un guión potable, o si me ha salido un churro infumable.