jueves, 16 de agosto de 2012

Hoy me salgo de mi cuerpo






En días como hoy, como en estos tiempos tan convulsos en los que nos ha tocado vivir, al menos en la vieja Europa, mi consciencia se desprende de mi cuerpo, volviendo la vista a corrientes de pensamiento más armónicas, menos violentas, como son las orientales, con un mayor respeto por el entorno que nos envuelve, en el que vivimos, así como un mayor respeto por la vida, en todas sus formas.

En ese estado, en el que el tiempo no existe, surcando este mundo y alcanzando el mismo cosmos, sin limitaciones, aumentando su propia percerción y alcance, a la vez que experimentando una calma total. Con una conciencia total del ser. Nada me es indiferente, porque todo está interconectado, y así lo siento, no se bien si es por efecto del campo electromagnético que genera el corazón, o por la comunión de mi mente con el todo,  desplazandote por el éter de la existencia, pero es una experiencia singular, de la que se extraen ciertos autoconocimientos que resultan positivos, pues hay veces que necesitamos buscar experiencias y saberes que vayan más allá del simple discurso racional, del mero conocimiento teórico.

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