viernes, 3 de agosto de 2012

Futuro, el tiempo vuela 今後、時間が飛ぶ






El futuro,como definirlo...como encararlo... ese algo que en no pocas ocasiones nos resulta tremendamente inquietante. Es un concepto que siempre está en suspenso, siempre por llegar, desconocido, misterioso, oscuramente incierto, y potencialmente atrayente, objeto de miles de conjeturas y elucubraciones

En décadas anteriores, nos imaginábamos un futuro fantástico, con una tecnología avanzadísima, y una sociedad y un entorno acorde con la tecnología. Nos creamos una imagen muy de ciencia ficción, sin tener en cuenta que la evolución es lenta, pero constante, y solemos decepcionarnos ante nuestra propia impaciencia, tan integrada en nosotros bajo ese barniz de civilización, siempre en persecución de remotas metas, tan inherentes en nosotros, los humanos, esos seres tan... peculiares.

Y es que el futuro siempre llega, pero se ocupará de si mismo, al igual que la misma existencia del tiempo, la eternidad, o como prefiera denominarse. Es un error correr en pos del futuro obsesivamente, pues de esta manera nunca nos parecerá que vaya a llegar y nos perdemos el potencial que ofrece el presente de nuestra propia existencia, pues al volcarnos en adelantar aspectos del futuro, tendemos a descuidar el hoy, que es lo que realmente vivimos, hacer lo mejor con la presente existencia que se nos ha dado, como apuntaba cierto filósofo alemán en una de sus tesis, en la que creo que da en el clavo. Tendemos a pensar que la historia, nos va dejando atrás, como si la historia la compusieran únicamente los sucesos épicos de eras pretéritas, pero la historia la escribimos y vivimos todos ahora, en este instante, somos parte integrante de ella, de manera que perseguir obsesivamente un utópico y lejano futuro, lo cual es una quimera,  sólamente provocará el ahogar nuestro presente, el tiempo que realmente nos pertenece.

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