martes, 27 de diciembre de 2011

Orientación

La luz se colaba por una cristalera,con lo que inexorablemente me fui despertando hasta abrir los ojos por completo,aunque mi mente se negaba a registrar mi entorno de esos momentos.Tras unos minutos de observar el techo,a ver si por la ciencia infusa pasaba algo que me facilitara pistas sobre donde estaba,porque desde luego,no conseguía reconocer el lugar en donde me encontraba,y no es que padeciese amnesia,recordaba quien y que era,los síntomas eran de resaca,nada más,otra vez.Pero esa habitación de paredes amarillas no me resultaba familiar,ni muchísimo menos,ni la cama de matrimonio sobre la que descansaba,ni los cuadros abstractos feísimos que veia desde mi posición horizontal.

Hice un ejercicio de memoria sobre los acontecimientos de la noche previa,y la única conclusión que pude sacar es que fue otra de esas tardes-noches delirantes en las que salir a echar un café se dilató y transformó en una ronda por los bares más underground de la ciudad,seguro,recuerdo estar en la sala Z ,y haber sido invitado a abandonar el local en el Brujas,por alguna afrenta imaginaria a la política del establecimiento,posiblemente relacionada con el consumo de alguna sustancia psicoactiva,cuanta intransigencia.

Pero ahora,el asunto más inmediato del que ocuparme reside en saber donde coño estoy,o mejor aún,independientemente de donde esté,salir pitando antes de que haya algún contratiempo,así que cojo mi ropa,me la pongo y salgo de la hortera habitación,salgo a un pasillo y miro a todas direcciones,en busca de alguna persona que me diga donde estoy.Recorro todo el piso,un piso en el que la mudanza,saliente o entrante,parece reciente,apenas se ven muebles ni elementos decorativos.

Después de mi exploración por todos los recovecos del inmueble,sin haber encontrado a ningún ser viviente,ni ninguna nota aclaratoria,casi sin pensar me dirijo a la puerta de la calle,esperando que no esté cerrado con llave,decido largarme ya mismo para no tener que dar explicaciones que no podría dar,ni recibirlas,no sea que haya sucedido algo vergonzante,con la resaca invadiendo mi mente y mi cuerpo,para pocas cosas estoy,el no acordarme de lo que sea que haya hecho ayer por el alcohol,no creo que sea exculpatorio,así que ya lo afrontaré en otro momento,o nunca si puede ser.

De modo que todo lo rápido que puedo,salgo del piso,llamo a un ascensor,(aunque sea para bajar un segundo piso)y en pocos instantes estoy saliendo del portal,algo mareado y con un mal cuerpo indescriptible,intentando localizar una parada de autobús desde donde pueda ir a mi piso-cueva,donde refugiarnos mi inseparable resaca y yo.

1 comentario:

  1. ¡Madre mía! ¡Vaya estrés! XD

    Eso de no saber dónde te encuentras es demasiado inquietante... No por el simple hecho del "dónde" sino del "qué más habré hecho y no recuerdo".

    Me ha gustado mucho como creas ese clima de desasosiego en el lector, esa enumeración terrible, ese sinfín de comas que nos deja sin respiración y tan agitados como el protagonista.

    Saludos ^^

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