lunes, 31 de octubre de 2011

Retrospección inducida

Recientemente me encontraba en uno de mis tugurios preferidos de la ciudad,sorbiendo tranquilamente una cerveza,era una de esas noches que se prometían completamente aburridas e insustanciales,de esas que desearías borrar de un plumazo,cuando giré la cabeza hacia la entrada y pude ver el rostro de mi disipada jueventud,un viejo amigo,que llamaremos Z,para no despertar susceptibilidades,el ultimo bastión de aquellos años disolutos y todo lo que supusieron.
Enseguida nos dispusisimos a ponernos al día sobre nuestras vidas,pero sobre todo rememoramos viejos tiempos y antiguas batallas,entre risas y bromas,y sin dejar de trasegar cerveza tras cerveza.
En plena espiral hacia el olvido,inducido por la bebida,tengo uno de esos momentos lúcidos que sólo el alcohol proporciona.Pienso en aquellas noches frías en las calles de aquella ciudad,pienso en la gente que abundaba por aquel entonces,que tiempos,me digo.
Recuerdo aquel local que frecuentábamos,cuyo nombre nunca llegue a grabar en mi memoria,con su clientela habitual repleta de perturbados,era un cocktail motolov de todas las tribus urbanas,mods,skins,punks,etc.a veces las cosas se salían de madre y se montaba una especie de guerra mundial,aunque todos eramos conscientes de ello.
Sólo íbamos armados de nuestro atractivo personal,unas constituciones de acero y unos cuantos ajos de los buenos,sin estricnina.El plan era a prueba de bomba,éramos guapos e indestructibles.El futuro se nos aparecía esplendoroso.
Pienso en todo aquello,en lo que quedó atrás,y en las cervezas ante las que nos reuníamos y en cantar nuestros propios cantos tribales,no canto desde entonces.
Actualmente están derribando las construcciones antiguas,construyendo sobre los lugares que alguna vez significaron algo.
En esos lugares descansa una suerte de poder totémico,por decirlo de algún modo,por eso quieren borrarlos del mapa,representa la antítesis del poder actual,por eso lo detestan y lo temen,y nos lo arrebatan,como todo lo demás,pronto sólo podrán robarnos nuestros votos.
Miro un rato hacia la television del bar,del que salen imágenes de indios nativos americanos,y no se me escapa la analogía de la situación. Mi mente atraviesa países y continentes,y los veo.Una gente que es el eco de la historia de su tierra por el sólo hecho de existir aún.
Me percato de que he traído de vuelta algo más que unos simples recuerdos.
Ahora estoy con mis aborigenes,y que me jodan si no estamos enfrascados en la misma batalla.el derecho a existir,a no extinguirnos.

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