sábado, 29 de octubre de 2011

Pequeña ciudad oscura

Que coño hago aún aqui? me pregunto mientras deambulo por entre las calles de esta pequeña jodida ciudad, plagada de locales comerciales cerrados, con el cartel de se alquila descolorido, de tanto tiempo infructuosamente expuesto. A veces, me parece que mi ciudad y yo compartimos el mismo destino, irnos erosionando lentamente hasta desmoronarnos.

El humo del cigarrillo se entremezcla con la ligera neblina de la tarde y se va difuminando en la oscuridad, que va tomando el paisaje.Detengo mi marcha y me cobijo bajo unos soportales mientras comienza a caer esa típica lluvia fina, tan de aquí, tan agotadora, y quizás por la lluvia que veo precipitarse, noto que me viene un ataque de introspección, que me transporta a retrotraerme a otros tiempos en los que todo era, al menos en apariencia, más sencillo y más alegre, cuando la desindustrialización salvaje no amenazaba con la despoblación masiva, y yo me dedicaba a explorar todos los recovecos de la ciudad.

Quizá,al igual que la ciudad, independientemente de la edad de cada uno, nos sentimos como si cargáramos con miles de años de historia, como los soportales que me protegen de la lluvia, con siglos de existencia. Interrumpo mi viaje mental en el tiempo, miro el reloj y reemprendo la marcha, proyectando pensamientos hacia todas direcciones a la vez y sonriendo interiormente, consciente de que a cualquier lugar donde me lleve la vida, siempre tendré un pedacito de éste.

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