domingo, 11 de agosto de 2013

Domingos





Los domingos son los días más monótonos de toda la semana, especialmente sus tardes. No se si será debido a que son la antesala del lunes, día terrible donde los haya, el día en el que la nueva semana te cae encima, como un cubo de agua fría. Afortunadamente, los días van pasando, y una vez superado el lunes, los demás días se van viendo con mejores ojos.

Pero en los domingos la pereza se apodera de uno a poco que se descuide, aprovechando que tenemos encima todo el equipaje de la semana que acaba. Es curioso que no pares de bostezar el día en que más tarde te levantas de la cama. Si resulta que has estado de juerga el sábado por la noche, y ha habido algún trago más de la cuenta, la sensación de estar agonizando es hiperrealista.

Lo bueno, es que no sólo se acaba a las 24 horas, como cualquier otro día, si no que también hay domingos inesperados en los que uno, tras hacer acopio de fuerzas, y de voluntad, rompe con esa rutina semanal, especialmente en los días de verano. El sofá puede esperar, los días de sol y luz, no. Aunque sean en domingo.

2 comentarios:

  1. Opino lo mismo, los domingos normalmente me aburren, me estresan ya que se que luego viene el lunes; pero ahora quiero aprovechar del verano y por eso intento salir el domingo y aprovecharlo bien.
    Un abrazo!

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