sábado, 30 de agosto de 2014
Divagaciones solares
Como si por vez primera asomase mi cuerpo al sol, percibo a través de sus rayos los miles de años de historia de la que fue testigo.
Bajo el brillo del dorado sol, bañado por su cálida luz, casi mecido por su abrazo, me retrotraigo a todos los suaves abrazos de mis ayeres, con la misma intensa luz y calor.
He dejado de dejar de fumar mientras pasado, presente, y todos los posibles futuros cruzan ante mi, despegando mentalmente a otros lugares que probablemente no existan, dejando atrás la anodina población en el que mi yo físico se encuentra.
Una experiencia zen, en la que sin hacer nada, lo hago todo, hallando posibles soluciones que no hubiera encontrado corriendo desesperadamente como un pollo sin cabeza. Justo cuando me planteaba sin mis búsquedas son estériles, algo en los rayos parece responderme otorgandome nuevas pequeñas esperanzas en un mundo en el que todo parecen ser inconvenientes.
A punto de tirar la toalla, de dejarlo todo, los rayos enfocan directamente a mi cabeza, proyectando miles de imágenes a la vez, para decirme que este es mi camino, que abandonarlo sería tomar el de otros, que no me corresponde. Seguir peleando por un lugar propio en el mundo es lo correcto, me dice.
Puede ser efecto de la cafeína, o de la prolongada exposición al sol, pero recojo el mensaje y me dispongo a disputar el siguiente round de la vida.
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Hola Javier! Quiero invitarte a Mundoliterario. sería un placer para nuestros lectores. La página es: www.mundoliterario.net
ResponderEliminarPasate cuando quieras. ¡Saludos!
Muchas gracias por la invitación. Será todo un placer para mi. Un saludo.
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