viernes, 7 de febrero de 2014
Reto: ¡Yo escribo! 1- ¡Escritor! ¡Escritora! Descríbete: no hay límites.
Me dispongo a aceptar el reto de Eleazar, del cual opino que es una iniciativa muy interesante y digna de elogio, a la vez que no es tan fácil como pudiera parecer a simple vista.
Ya camino por el peligroso filo de la treintena, faltando poco para llegar a la punta, como atestiguan mis cada vez más numerosas canas, que toman por asalto el exterior de mi cabeza, y me doy cuenta de que tras toda una vida como yonqui de la lectura, sin llegar a abandonar tan satisfactoria adicción, quería algo más. Quería intervenir activamente en algo que lleva largo tiempo siendo un simple espectador, crear mis propios textos, fueran buenos, normalitos, o escandalosamente malos. Y así fue, hace un tiempo, tras un chispazo mental, me dio por lanzarme a esa piscina de tinta, sin mirar antes si estaba vacía o no.
Como escritor, o más bien, como juntaletras, como yo me denomino, no tengo técnica ni metodología estandarizada alguna que siga. Es una especie de escritura instintiva en la que tras el difícil arranque de cada historia, me dejo invadir por la narración y ella toma el control de la pluma, construyéndose a si misma a través de mi.
Lo único que hago que pueda recordar remotamente a una acción organizada, es tomar notas de las ideas que se me ocurren justo cuando son disparadas, pues de otro modo, no sería nada extraño que se me olviden. Por ese motivo siempre voy provisto de un pequeño cuaderno y algún bolígrafo, para que mi memoria de pez no me haga jugarretas de las suyas.
No me planteo publicar nada, pero me produce una indescriptible satisfacción el crear historias y personajes, sacarme nuevos mundos de la manga, y dotar de vida a nuevos seres, que podrían ser tan reales como yo, por ejemplo. Y si es posible y la cabeza me da para ello, cruzar unos con otros, como en la vida real , la vida de un personaje no es un compartimiento estanco, siempre hay posibilidades de cruzar vidas y objetivos, como en la vida misma.
Hay veces, que en las cosas que escribo, se quedan cuestiones en el aire, pero es natural, puesto que en la vida real siempre hay incógnitas sin resolver, las preguntas que hacemos no siempre obtienen respuestas. Aunque sospecho que en parte al menos, eso también tiene que ver con mi caótica manera de hacer las cosas. Escribiendo por chispazos, o arranques, el instinto que me llevó a hacerlo por vez primera, y el que me impedirá dejar de hacerlo. Escribir (y leer) es algo para mi como beber, vital y necesario. Si nadie me leyera, (No os lo podría reprochar) continuaría haciéndolo, para mi. Siempre voy a necesitar sentir el bolígrafo morder el papel, y dejar en el esa marca, que parece tinta, pero es la esencia de quien escribe.
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Continúa haciéndolo, Javier. Lo haces muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu sincera auto-descripción.
Fer
Pues yo también opino que se te da un rato bien, Javier. Tu narración, en las veces que he podido leerte, es ágil, original y viva (si no, no me dejaría las dioptrías). No lo dejes. Saludos, Javier.
ResponderEliminarGracias, la verdad es que me sorprende, para llevar tan pocos años haciéndolo. Antes le daba más al dibujo, pero... no se puede tener todo. Un saludo!
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