sábado, 8 de febrero de 2014

Reto: ¡Yo escribo! 2- ¿Cuál fue tu primera historia?





De nuevo metido de lleno en el reto  de Eleazar, en esta ocasión  haciendo un ejercicio de arqueología introretrospectiva, exista esa palabra o no, intentando dirimir cual fue la primera historia que escribí, aquel texto primigenio que salió de mis manos, de mi cabeza, regurgitandolo sobre el papel.

Recuerdo, que en uno de los primero cursos de la EGB, idee una pequeña historia, algo sobre un pez, y un río, pero las capas del tiempo se amontonan unas sobre otras, acumulando peso, y se torna un poco difucultoso el poder levantarlas todas, para mirar bien las cosas y los hechos del pasado que hay debajo. Además, en aquel remoto pasado, aquel pequeño relato cayó pronto en el olvido, un esfuerzo creativo solitario, que no tuvo continuidad. Por aquel entonces, y durante muchos años estaba volcado en el dibujo artístico, así que no cuenta para nada más que como un hecho anecdótico.

La verdadera primera historia que construí, la primera digamos oficial, por llamarla de alguna manera fue un relato en partes titulado "La Red Darwin", un especie de intriga periodística, en parte inconscientemente inspirado por la película "Todos los hombres del presidente". Esa historia, podéis encontrarla en este mismo blog.

La trama de aquella historia narraba las peripecias de Lucía Torres, una periodista que investigaba una red de políticos corruptos (Que raro, como casi no hay, verdad?). Una investigación que se tomaba con interés, pero no demasiado, con la ayuda del jefe de archivos, Luis, indagando rutinariamente, hasta que un pequeño incidente en unas obras de remodelación del edificio, sacaban a la luz otro asunto del pasado, potencialemente más jugoso que lo que tenían entre manos actualmente. Descubrieron las notas de un obsesivo periodista, Julio Arias, un reportero de culto en su época, los años de las décadas de los 70 y 80, amigo personal del editor de Lucía, Enrique, y misteriosamente desaparecido hacía mucho tiempo. Las notas de Julio Arias hacían entrever que iba detrás de algo, que se encontraba encaminado en la pista en un asunto muy gordo, las actividades de una sociedad oculta con tendencias darwinistas, que presumiblemente aún seguían operando, desde los tiempos de la guerra fría. Una historia que de ser confirmada podía dar un crédito enorme a cualquier periodista que destapase la verdad acerca de ese asunto, motivo por el que Lucía picó el anzuelo, y se lanzó en pos de ello, hasta mezclarse activamente en ello.

Esa fue la historia primigenia, la primera de verdad que construí. Literariamente no es gran cosa, pero por algo se empieza. Un día me la tropecé sin querer, después de un tiempo, buscando otras cosas, me encontré con los papeles en los que había garabateado la historia, la volví a leer, y la reconvertí en un guión de cortometraje, para comprobar si en ese formato tenía un poco más de chispa. Un cortometraje que en cierto momento, estuvo cerca de producirse y realizarse, pero por ciertas circunstancias, no llegó nunca a llevarse a cabo, y quedó en un pequeño rincón olvidado, casi escondido, como las notas de Julio Arias.

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