Familia?

La familia tradicional, esa gran mentira, ese limitado concepto que nos refrotan por la cara con desesperación algunas instituciones sectarias. Una clara imposición, porque no existe, si es que realmente ha existido alguna vez, un sólo modelo de familia.

En realidad, cada uno de nosotros tiene su particular modelo de familia, que no tiene necesariamente por que encuadrarse en dentro del entorno en el que haya nacido, si no que para cada cual, la verdadera familia es aquella persona o personas que sienta como tales, sin necesidad de parentesco previo.


Esa falacia que tratan de que aceptemos como verdad absoluta, e incluso como artículo de fé, cuando ya casi nadie se lo cree, no se sostiene. Sobre todo hoy en día, que existen multitud de modelos familiares. El modelo tradicional es una lotería que puede deparar cualquier cosa, buena o malo, y puede determinar el futuro de cada uno. La existencia de otros modelos ha echado por tierra el absurdo monopolio de los defensores a sangre y fuego del tradicionalismo, a menudo, los mismos que se declaran pro-vida, y que deberían llamarse pro-fetos, o pro-nacimientos, pues la vida en realidad les importa un pimiento, sólo se preocupan de que nazcan niños y no se aborte, lo que les pase después a esos niños les importa un pito.

Afortunadamente, el tradicionalismo más militante, va quedando relegado a algunos puntos de la España profunda, esa España que agoniza , y que en el futuro, deberá dar paso a una nueva, libre de prejuicios, supersticiones idiotas, y atroces tradiciones sin sentido.