Al fin!

Esta vez, si. Esta vez no es un día suelto por casualidad, que se ha colado entre días y días de lluvia y nubes. Por fin se ha instalado el verano entre nosotros.

Al fin podemos dar descanso a paraguas abrigos, y demás prendas en las que nos refugiamos del fresco, por no decir frío. Ya podemos salir a la calle sin tener que encogernos ante los caprichos climáticos. Ya llegan las ansiadas vacaciones de verano.

Las calles llenas de vida, el sol recargando nuestras energías, mermadas por el tan prolongado invierno. Es la hora de dejar que nuestras pieles sientan el calor, el aire, otras pieles que desean tocar. Terrazas, playas, pasión desinhibida, noches en las que acabamos viendo salir el sol, la estación de la celebración de la vida en la que todo está permitido. La estación en la que cohibirse es nocivo. Bienvenido seas, verano, te hemos echado de menos.