lunes, 4 de agosto de 2014

Calentando la guerra más fría-8. Ondas de choque








-La mala noticia es que creo que estás loca y eres peligrosa... La buena, y menos mal que hay una a la que pueda llamar buena, es que has dado con un material sumamente interesante. Se le puede sacar partido para lo que quieres sin tener que ir por ahí repartiendo golpes. Descansa unos días porque si sigues así, podemos acabar todos muy mal.

Esas eran las palabras de Asier, que se encontraba frente a Nuria en su despacho en un estado mental entre la furia y el júbilo. Nuria había dado un jugoso mordisco a sus enemigos.

Lo que habían encontrado en aquel usb era poco menos que un tesoro, y eso que solamente habían tenido tiempo de revisar una parte de su contenido. Eran muchos gigabytes de información acerca de la federación de empresarios. Información que les vinculaba a muchas otras organizaciones que se pillarían los dedos con ellos. Listas negras de trabajadores díscolos, bases de datos con información sensible de muchas personas, entre ellos políticos, a los que sobornaban o chantajeaban, listados de infiltrados en asociaciones obreras y sindicatos, evidencias irrebatibles de evasión fiscal, datos que revelaban de la apropiación de subvenciones que no se destinaban a formación y si a sus propios fines. Miles de páginas con escandalosas revelaciones, era abrumador. Nuria, al verlo supo que ahora los tenía agarrados, que con esa información les podía quemar la vida, lo que efectivamente pensaba hacer.

Asier no sabía si sería buena idea hacer algo con ello, y sugirió que dejase pasar unos días antes de decidir que hacer con todo ello. Nuria lo rechazó de plano, había que hacer uso de esa información lo antes posible, antes de que se pusieran a borrar sus huellas, si es que podían hacerlo. Optaron por hacerlo público, un filtrado tipo Wikileaks empresarial que iba a hacer pasar un infierno a los implicados, aquellos que desde sus torres de marfil creían estar por encima de todos.

Hicieron un montón de copias de aquel usb, subiéndolas a varios servidores. Mientras Nuria enviaba algunas copias a la prensa alternativa y las radios libres, Asier, tirando de contactos, hizo lo propio con la prensa más convencional, incluyendo televisión. Además dejaron unas cuantas copias a disposición de todo el mundo en varias webs de alojamiento de datos a través de una web que garantizaba el anonimato, para no ser rastreados.

Sus peticiones no fueron desoídas, y quizá por falta de noticias nacionales relevantes, la prensa, tanto la alternativa como la comercial, se hizo eco del asunto simultáneamente en todos los medios, escritos, radio y televisión. Y entonces estalló todo. el asunto salió a la luz, y por mucho que se negara, o que se alegara falsedad de toda aquella documentación, las pruebas estaban ahí, al alcance de todo el mundo que quisiera verlas, y eran autenticas. No hubo rueda de prensa que sirviera de nada a la federación de empresarios, nada podía amortiguar el clamor que se estaba generando. La situación de la patronal era crítica, su imagen pública estaba por los suelos y ellos estaban cubiertos de mierda hasta el cuello, y subiéndoles hasta la boca amenazando con ahogarles. Se hicieron públicas sus vinculaciones con el tráfico de drogas, con la trata de blancas, el blanqueo y evasión de capital, la financiación de violentos grupos de extrema derecha, y muchos más esqueletos en el armario que hasta ahora habían mantenido bajo llave y en absoluto secreto. Pero aquello estalló y no había forma de disimularlo ni frenarlo.


Las redes sociales echaban chispas sobre aquel asunto. Se convocaron concentraciones ciudadanas de protesta  diariamente frente a las sedes de todas las organizaciones implicadas en aquel escándalo. Los ánimos estaban muy encendidos y los disturbios no se hicieron esperar demasiado. Nuria disfrutaba de todo aquello, se regocijaba, e incluso parecía nutrirse de ello, no pudo quedarse al margen muchos días, aquel era su ambiente, aquella su guerra. Puso todo de su parte para echar aún más leña al fuego. La policía no daba abasto, y se había visto desbordada. Nunca se había visto algo así, todo el grueso de la población compartiendo un objetivo común, y menos de un modo tan rotundo.

En plena refriega, mientras arrojaba piedras , a Nuria no se le escapaba la ironía de la situación. La prensa había intentado destruir el movimiento que ella estaba creando, y ahora no sólo no lo había logrado, si no que había sido el artífice principal  del triunfo ideológico de Sol Rojo, que se había atribuído la filtración reivindicandola . El impacto psicológico era demoledor y había que aprovecharlo , y hasta acrecentarlo, ayudar a que la gente no olvidara, como en otras ocasiones habían olvidado cosas parecidas, aquellas fechorías que se habían hecho públicas. Este asunto era muy grande, con las nuevas canalladas de sus enemigos revelandose en primera plana de la prensa, y en la pantalla de cada hogar cada día. Era una jugada maestra que facilitaba escribir su propia leyenda, la de Sol Rojo, aunque esa maniobra era más del estilo de Asier que del suyo propio. La siguiente contraofensiva sería totalmente suyo, menos diplomático y menos teórico, más directo y contundente, y de efectos igual de tangibles, ya se estaba solidificando la idea en su mente. La guerra continuaba, y lo seguía haciendo con fuerza, porque ahora todo el mundo sabía que una guerra estaba en marcha, desde hacía mucho tiempo, y  cada vez más se negaban a seguir resignandose a ser víctimas de ella, lo que facilitaría un nuevo contraataque a los centros de poder enemigos que les dejaría un poco más hundidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario