Varios son los puntos en los que anida la cultura, y sin embargo no es suficiente, debe estar presente en todo lugar, para que aquellos que son impermeables a ella, se mojen, se impregnen de su esencia.
La cultura no es un elemento sólido que ocupe una ubicación determinada. es un etéreo espíritu cuya presencia debe sentirse en todo momento, en cada rincón. Por ese motivo vuelve la iniciativa páginas nómadas. Digo vuelve hablando incorrectamente, pues no se fue nunca del todo, aunque si se difuminó un tanto desde su primera aparición.
Es siempre importante que la cultura nos irradie como un pequeño sol, y nada mejor para comenzar que dando protagonismo a los libros, refundando esta iniciativa. Aunque ya existe el bookcrossing, no es excluyente con esta idea, que sería algo así como su complemento offline. Dos conceptos que albergan similares objetivos, pero con sustanciales diferencias. Bookcrossing cataloga y clasifica a un nivel global. Páginas Nómadas no, es su vertiente con sabor local, sin clasificación, como una puerta abierta a la sorpresa y la ilusión, sin saber que obras vas a a encontrarte. La misma ilusión que experimentamos al visitar las ferias del libro, con la posibilidad de dar con tesoros impresos inencontrables ya en librerías.
Pero esta vez Páginas Nómadas no se limitará simplemente a la idea de los libros en adopción. Esta vez viene acompañado de algo más, un algo más que invita a la participación colectiva, a la interacción directa de las personas, un algo que no se puede obtener digitalmente, por mucho que se marquen los libros como a cabezas de ganado.
A los libros se les acompañará de varios actos de regular frecuencia que ya están en proceso de desarrollo como podrían ser presentaciones de diversas obras, así como charlas y talleres organizadas por un círculo creativo ya formado, sumado a alguna que otra futura sorpresa. Todo ello con la intención de promover y propiciar la participación activa de todas aquellas personas que estén interesadas en lanzarse a ello y ser protagonistas, además de espectadores, desde la actual base de operaciones en donde Páginas nómadas ha anidado, El café El Piano, un entorno inigualable para la realización de este tipo de actividades, pero con la esperanza de crecer y construir otros nidos en la población. Todo ello, y muy posiblemente más, contando con vosotros, pues la cultura es la conexión entre las personas.
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