jueves, 12 de junio de 2014
El teatro
El teatro, un espectáculo que hace estremecer al espectador. Derriba barreras entre el público y el escenario, transportando a todos a otro mundo, otra realidad, en la que se desarrolla la historia que se escenifica. En el teatro todos son parte de la historia que se narra, algo que el cine ya apenas consigue.
No hay espectáculo más sencillo y directo, y que emocione e impacte más. Te golpea, te sacude, te coge y te saca de tu propia piel, introduciéndote en la suya, la indiferencia no es una opción. El público siempre participa de la obra, de un modo u otro.
El teatro son las artes escénicas cobrando vida. La última vez que fui, después de mucho tiempo, no tardé en zambullirme en lo que estaba contemplando, mi mente y alma se volcaron en la acción que se desarrollaba ante mi, sintiendo lo que los protagonistas sentían, es el efecto que tiene, pues mientras la obra tiene lugar, el ambiente se transforma, respira, vive, varios mundos dentro de este, mundos que a menudo nos perdemos en estos tiempos tan digitalizados en los que apenas reparamos ya en las ingentes cantidades de cine y música que se nos presentan delante de nuestros ojos, teniéndolos al alcance de un click. Multitud de entretenimientos que por su exceso numérico ya no consiguen entusiasmar como antes.
Pero el teatro es otra cosa, un arte vivo que jamás permanece inerte, que nunca es igual, siempre en movimiento, en continua transformación, completamente fascinante ante lo que nuestras almas se rinden sin condiciones. Algo que vivir allí donde sucede, no puede ser visto a través de una fría pantalla, siempre compartiendo las emociones de los personajes. No se contempla, se vive aún en el silencio. El teatro tiene la facultad de conectar a las personas. Puede ser la única de las artes que nos vincula unos con otros, una característica que la tecnología no puede igualar, por lo que debemos conservarlo y potenciarlo.
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Alguna vez he ido al teatro, se me erizaba la piel, es algo magico. Ahora aspiro a poder ir a ver una opera.
ResponderEliminarA mi se me erizó la piel, y el alma. Yo no se si iré a la opera alguna vez, pero... quiero mas teatro! Un saludo.
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