domingo, 2 de junio de 2013
Cosas pendientes
Cosas pendientes de hacer, palabras pendientes de emitir, cuyo momento siempre se dilata, y nunca se produce. Días pendientes que se te escapan de entre los dedos de las manos.
Cosas que faltan, personas que ya no están, tiempo difuminado. Autoaislamiento en nuestros cubículos de cristal y hormigón, llamando fútilmente a seres que son sordos a nuestras voces. Tirados en nuestros asientos, con los ojos cerrados, evocando nuestros recuerdos, en la penumbra, para que la luz no los ahuyente.
Asuntos pendientes siempre de resolver, que se van dilatando en el tiempo, y van acumulando capas de polvo hasta ser enterrados. Proyectos que se quedan suspendidos en el aire, y finalmente el mismo aire acaba llevándoselos.
Situaciones inconclusas que no tienen final ni principio, que se integran en la eternidad, que se transforman en lo inalcanzable.
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Tus palabras me han dejado triste y con un vacío en el estómago. Precisamente andaba yo pensando ultimamente en esa gente que ya no está (no necesariamente porque estén muertos ni nada, sino porque han elegido otros caminos que los alejan irremediablemente).
ResponderEliminarCosas de la vida, supongo.
Es la sensación de cosas dejadas en el aire que tenemos alguna vez, lo que por suerte no tiene por que ser irremediable. Un saludo.
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