Si estáis leyendo esto, es que por alguna razón, me he quedado sin tabaco, por lo que ruego se me disculpe si falto a la lógica en algún momento, pues llevo unas horas sin mis dosis de nicotina de soporte vital, y eso afecta al raciocinio. Sobre todo ahora, que el gobierno de sátrapas que tenemos, acaba de subirlo como un euro más. Al paso que vamos, fumar será cosa de ricos, especialmente el tabaco de liar, que debería ser el más asequible... En un lugar en donde no gobernaran dementes idiotas.
Como buen yonki del tabaco, mi cuerpo se queja preguntándose donde está la siguiente dosis de nicotina, también de cafeína. De esto último, puedo satisfacerlo, de lo otro, habrá que esperar a mañana, y confiar en que con el tiempo, a los imbéciles no les de por subir otra vez el tabaco hasta el año que viene al menos, confiando en que no desciendan mas los sueldos, pues para mantener el hábito de fumar habrá que pedir un crédito, o directamente coger la recortada, y atracar un estanco...Sería una forma de defendernos de las agresiones económicas que los fumadores padecemos, el año pasado, con 2 o 3 subidas de alrededor de un euro cada una.
Cambiando de tercio, por algún capricho del destino, casi siempre me quedo sin tabaco al borde del fin de semana, un misterio que aún no he desentrañado. Quizá mi subconsciente lo hace para poner a prueba mi resistencia? Perdonad, la falta de nicotina... Ya sabéis, la mente toma sus delirios por realidades, ya estoy divagando, perdido en la irrealidad de mi universo mental. Me retiro, que mañana será otro día, un día en el que tengo por la mañana una cita con el estanco más cercano, para repostar, y no quedarme sin suministros, otra vez, pues como una vez dijo un filósofo: "Sin cerveza no hay revolución, pero sin echar un pito, la vida se acaba".
Creeme que te enviaría un par de pitis por e-mail, si fuera posible.
ResponderEliminarCada día los fumadores estamos más perseguidos: nos quitan en sanidad y nos suben el tabaco, no nos dejan vivir ni morir en paz.
Que sea leve.
Gracias por la solidaridad fumadora. Ahora, un café, y a por el preciado material. Un saludo.
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