No quería reincidir sobre una tan dolorosa realidad cotidiana, y no esgrimiré dato estadístico alguno, tan sólo expresaré el grave problema social que supone, además de todo lo que conlleva, desde la perspectiva de un ciudadano de a pie, con alguna que otra inquietud.
Uno recorre esta pequeña ciudad, e imagino que pasará lo
mismo en cualquier otra, y no ve más que locales vacíos de negocios fallidos,
negocios y locales que no levantan cabeza jamás. Otra cosa que llama mucho la
atención es que cada vez se ve más número de personas sin recursos, hasta tal
punto que a uno le dan ganas, no de depositar unas monedas en su mano, sino un
Ak-47, para que peleen por recuperar sus vidas, para que vuelvan a vivir, y no
ese escaso subsistir, porque las personas no vivimos de migajas arrojadas por una hipócrita caridad para aliviar conciencias culpables.
Estos
malditos recortes nos están destruyendo, a consecuencia de ellos, al menos en
parte, tenemos casi seis millones de desempleados en este puto país.
Junto con los recortes, la reforma laboral que este
estupendo gobierno nos ha regurgitado y quiere que nos traguemos hasta dejar el
plato limpio, el incremento de las personas sin empleo, ha aumentado en un
millón, aproximadamente, y seguirá aumentado en base a los presupuestos
estatales recientemente aprobados.
Mientras todo eso nos pasa a toda la sociedad, y nos joden
sin pausa ni freno, la banca, ajena a este mundo, ha podido disfrutar de 94% de
las ayudas públicas, ayudas que nos cuestan a cada uno de nosotros 1846 euros
anuales más o menos. Y eso los trabajadores en activo, porque las pensiones,
han sido congeladas, pero no han congelado el Iva, ni las tarifas energéticas,
por no hablar de recortes salariales, tasas universitarias y otras lindezas.
Esta sociedad está al límite de sus fuerzas, se vive en una
atmósfera irrespirable en la que este gobierno, roba a la sociedad para
beneficio de la banca y las grandes corporaciones, sus aliados, o cómplices
habituales, así como nuestros enemigos naturales, como clase social.
Pero esta sociedad es tremendamente ignorante, no solamente porque se cierra ante la verdadera cultura y denomina cultura a cualquier gilipollez, como esa atrocidad que consiste en torturar y aniquilar animales, tauromaquia creo que se llama esa mierda. O porque se aferre a unas supuestas tradiciones ancestrales basadas en un compendio de supersticiones idiotas que han querido llamar religiones. Esta sociedad es socialmente ignorante, porque no quiere ver lo que hace tiempo que se viene desarrollando en todo el mundo, una inicial guerra de clases en las que sólo combate un bando, por lo que se ha convertido en una masacre social. Esta España en la que se defiende al rico en casa del pobre, en la que se sataniza el asociacionismo obrero y social, la política. Una sociedad en la que se venera el economicismo asesino que siega vidas a diario.
Es un panorama a ratos desolador, son las consecuencias de
dejar en manos de unos pocos, decisiones que nos competen a todos. Y
esos pocos están supeditados al complejo militar-industrial y financiero
que verdaderamente decide y que a través de diversas organizaciones esta llevando al mundo a su ruina y desertización. Pero nada, que aquí siguen empeñados en que los malos son los rojos y los que ellos llaman los perroflautas, es decir, los que tienen la osadía de decir que las cosas se llevan de la peor forma, pero claro, la mentalidad del esclavo es lo que tiene, que le ofende cualquiera que le alce la voz a su señor.
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