sábado, 20 de octubre de 2012
Virus Industrial
La Tierra, el mundo que habitamos, un mundo que nos nos pertenece, pero que nos brinda el regalo de darnos vida, acogernos y cobijarnos en él. Pero hemos propiciado un virus que se extiende por donde alcanza la vista, un paisaje de metal y cristal del que emanan miles de humos, vapores y gases, un ente industrial que se nos clava cual aguja en nuestra piel, absorbiendo nuestra fuerza vital, sorbiendonos, fagocitándonos, a nosotros, junto con la misma tierra, produciendo sin fin sus nocivos materiales, amenazando con consumirlo todo, incluida nuestra propia humanidad, si se lo permitimos, convirtiendo el fresco verdor natural en una viscosa negrura, oscureciendo cuanto toca. La industrialización masiva e indiscriminada es beneficiosa para unos pocos, pero altamente nociva para todos los demás, que puede hacernos perder más de lo que quisiéramos reconocer...El virus industrial podría llegar a ser una amenaza para la continuidad de la misma vida, de la misma tierra, hasta secarla, y dejar en su lugar un cascarón vacío.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario