Mi Rosa

Cuando por alguna razón, muchas personas con las que he hablado, imaginan su persona ideal de una forma abstracta, proveyendola de diversas cualidades  y características, ya sea de otras personas que conocieran anteriormente, o de, simplemente las cualidades que desearían reunir en una sóla persona, siempre de forma imaginaria, describiendo su ideal de persona, pero sin saber si existe o no.

Yo, quizá también lo haría de ese modo, no lo se, o quizá ni tan siquiera me lo imaginaba, ya que es algo tan etéreo que parece inalcanzable, pero surgió, sin proponermelo, y pude observar, que no siempre son conjeturas, es cierto, descubrí, mi ideal, existe, no es una simple idea en el aire, es una persona concreta, con nombre y apellidos, y aún más, he tenido la gran fortuna de haber podido conocerla.

Hace algún  tiempo ya, se plantaron unas semillas en mi interior, semillas que germinaron y dieron paso a una flor, una bonita flor, de profundas raíces, que siempre conserva su belleza y frescura, que no se marchitará jamás, es más, crece y se hace más fuerte, afianzando sus raíces. Desde que se plantó esa flor, Rosa, la vida cambió para siempre, el aroma de tu flor me embriaga, y jamás me he sentido sólo llevandola conmigo.

 Asi es como están las cosas, y aunque he conocido varias personas en épocas anteriores, pero nunca nadie como ella en particular, la persona que plantó su flor en mi, y los intensos y perennes efectos sin precedente que me hace experimentar, que  me colma con creces. Aunque es cierto que a veces me siento expuesto y vulnerable, no puedo, ni quiero desprenderme jamás del mayor tesoro de entre todos del jardín de mi interior, su flor, su rosa, cuyo aroma me hace la vida más dulce e intensa, y por que ya es parte esencial de mí mismo, y asi sera siempre, esa flor me acompañará de por vida, y ya nada podrá sustituirla, por más que el tiempo y los hechos de la vida prosigan su camino. En ese aspecto no albergo duda alguna.

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