Interesado en ello, repasé su parrilla de programación que abarcaba un amplio abanico de contenidos, destacando la música y cultura libre, y algún programa de humor y de deportes, pero lo que no vi entre todo ello fué algún espacio informativo, de modo que sobre esa base, nació el programa La línea del frente, un espacio de periodismo ciudadano, o contrainformación o como cualquiera prefiera calificarlo.
Me arrojé sin conocomientos previos a un medio de difusión que era totalmente desconocido para mi, por lo que era tónica habitual que en las primeras sesiones me encontraba bastante rígido, y se me notaba...quizá demasiado, y es que el micrófono apuntándome directamente a la cara me intimidaba un poco. Menos mal que por aquel entonces no se emitía en directo, sino que se grababa, y se colgaba en su web una vez editado el programa, hubiera añadido más miedo escénico del que ya tenía.
Con el paso del tiempo, según iba avanzando y aumentando el número de programas, iba soltándome un poco, pero no demasiado, siempre temiendo decir alguna barbaridad mayor que la anterior, y quzá echándo de menos otra voz que me acompañara, para que un neófito como el que suscribe tuviera que llevar todo el peso de un espacio radiofónico que nunca llego a controlar del todo.
Tras dos temporadas conduciendo y realizando el programa, además de redactar los contenidos de la emisión, abandoné el programa por percibir que me estaba encorsetando y resultaba algo rutinario y también un tanto panfletario segun algunas fuentes. En conclusión diré que fue toda una experiencia para mi, y espero que además de que radiadora.org siga en activo durante largo tiempo y crezca, también espero que alguién cubra el hueco, y continúe mi labor alli, me parece algo fundamental un espacio informativo alejado del excesivo mercantilismo de los falsimedia.
Si sentís ganas de oírme despotricar en la radio, aquí teneís el enlace que os llevará a ello:
Línea del frente
La línea del frente
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