Nuestros caminos

Es fascinante y hasta sorprendente nuestro comportamiento como seres humanos,con todos los recursos de los que disponemos a nuestro alcance,y, ain embargo, no terminamos nunca de conformarnos, siempre queremos algo más, sabemos que necesitamos algo más, quizá nuestra ancestral naturaleza animal no acaba de rendirse por completo, solapada por unas cuantas capas de barniz de civilización, pero sabedora de que jamás podremos desprendernos por completo de esa misma naturaleza, que es necesaria para nosotros.

Muy a menudo experimentamos el impulso de lanzarnos a la búsqueda, de correr sin mirar atrás, de emprender el camino que nos lleve a la plenitud en todos los sentidos, pues todos nosotros en mayor o menor medida, sentimos el intenso impulso que nos incita a abalanzarnos a emprender nuestro propio camino,nuestra propia búsqueda, al igual que no sabemos exactamente por que soñamos, ni que es el alma.

Podría ser que jamás sintiéramos ese primigenio impulso,pero proferir esa afirmación sería un futil ejercicio de autoengaño, no es así como somos, no es así como funcionamos, todos queremos echar a andar en el camino hacia la plenitud, que nos lleve a un sueño realizable, a un sentimiento muy puro e intenso, o a una persona muy ligada a nosotros.Otra cuestión es que se tenga ese impulso en un perfil bajo y se intente refrenar, pero no se puede reprimir durante mucho tiempo, hay que aprender a dejarse llevar de vez en cuando, pues nuestro instinto sabe lo que realmente necesitamos.