martes, 14 de octubre de 2014
Confusión
Días sin dormir, que le causaban no ya tener la cabeza en los pies, si no ya en el suelo, desparramada por todas partes.
La sensación de irrealidad se le filtraba por todos los poros de su cuerpo. La falta de sueño hacía que le pareciera andar por otra dimensión. Se movía en una frecuencia distinta a la de todos los demás, y podía ver el estado de ánimo de todos aquellos en quienes posaba su vista. Lo veía más allá del inexpresivo rostro, la cara de póker que adoptaba la gente en esas calles.
De vez en cuando, tenía que pararse, interrumpir su errático caminar para poder enfocar el lugar en el que estaba y a dónde se dirigía, pues no siempre le resultaba claro. Se detenía para asegurarse que continuaba en la misma ciudad de siempre y no en un lugar desconocido, en otro tiempo. Se despistaba, incurriendo en lapsus en los que confundía el tiempo y el lugar en el que se movía.
Por suerte, era discreto, nadie parecía notar sus períodos de desorientación, pues probablemente ellos estarían embebidos en la suya propia, de la que a diferencia de la de el, ni siquiera eran conscientes.
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¡Qué jodido es el insomnio! Por otro lado, ¡cuántas obras maestras habrá inspirado a lo largo de la historia del arte! Seguro que un montón. Saludos, Javier.
ResponderEliminarLa falta de sueño puede transportar a mundos delirantes. Gracias Pedro, un saludo.
ResponderEliminarInsomnio creador de obras , y torturador de mentes en todo caso agota si pasas muchos días con el pero te da las mejores horas las mas creativas que es esa en que solo tus pensamientos te acompañan
ResponderEliminarpersonalmentelo he hecho mi amigo mas poetico y analitico en la vida
besos
Hanna
13 11 2014
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