Desde el principio de su existencia ha estado familiarizado, de una u otra forma, con el mundo literario en todas sus formas y sub-ramas. El hijo del tipógrafo al que le encantaban las letras, siempre con material de lectura entre manos, casi desde que nació.
Viajando y viviendo por diversos puntos de la geografía de España, como una especie de Dean Moriarty de nuestro tiempo y geografía, ha prestado atención al comportamiento humano de su entorno, ese ser tan complejo y contradictorio que es una fuente inagotable de inspiración.
Colaborador esporádico de diversas publicaciones de la red, guionista, escritor, redactor, siempre regurgitando y plasmando por escrito su, a veces, incisivo punto de vista.
Las malas lenguas afirman que habla con el fantasma de Brian Jones todas las noches, que nunca duerme y que se alimenta de café y tabaco casi exclusivamente, aunque sobre esas cosas no hay indicios claros.