lunes, 20 de agosto de 2012

Placidez





 Estas cosas sólo se experimentan en el campo, apartado del mundanal ruido, del estrés diario, de la convulsa vida urbanita. No siempre sucede, porque quizá no siempre se dan las condiciones idóneas, sean cuales sean, pero cuando, de repente ocurre, es como algo mágico, que te hace sentir en plena comunión con el todo y la nada a la vez. Simple, pero cargado de una belleza inabarcable, efulgente. Este placentero estado entre el sueño y la vigilia, al aire libre, con un suave sol y una fresca brisa, viendo moverse rítmicamente las plantas y los pequeños arbolitos, danzando suavemente un ancestral lenguaje sin palabras, pero claramente inteligible, y mecido por el canto de las cigarras, dotando de banda sonora a la vegetal danza.
      
Son momentos de total equilibrio, el mundo, la tierra que moramos, se comunica con todas sus criaturas a nivel inconsciente, pareciendo aunarse y concordar con todos los seres que cobija, para crear instantes de total belleza y armonía, mostrándonos todos los mundos que son, y los que serían, por medio de oníricas imágenes. Esos placenteros momentos en los que te encuentras en un estado tal, que recibes y comprender de un modo instintivo el mensaje que la tierra quiere darte, dejando fluir todas las ondulaciones  que emana de ti hacia ella, y de ella hacia ti, en un continuo fluir multidireccional, con el viento con el que las plantas bailan susurrando tu nombre, y el sol dirigiendo su mirada hacia ti, mientras la tierra sigue cantando su canción.

1 comentario:

  1. Cuantas veces nos dejamos perder toda la belleza y la magia que nos ofrece la madre naturaleza...No sólo se aprecia en el campo, o la montaña...también se puede apreciar sentado frente al mar...sintiendo la caricia de su brisa y respirando ese olor que nos regala el mar...ese olor a mar y que también nos proporciona placidez...¡Precioso...me a gustado mucho...abrazos grandes!

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